Parque Nacional de Timanfaya (Lanzarote)
El Parque Nacional de Timanfaya es el corazón volcánico de Lanzarote. Para mí es de lo más espectacular de la isla; lo tengo tan a mano que no voy tanto como me gustaría, pero en cada visita siempre me sorprende con algo nuevo: coladas oscuras, conos rojizos y un silencio que parece de otro planeta. Aquí te dejo una guía completa, práctica y actualizada para planificar tu visita al Parque Nacional de Timanfaya (Lanzarote) sin agobios.
Timanfaya es único incluso para quienes vivimos aquí. Si ajustas el plan (madrugar, ojear entradas y horario, contemplar la Visita Insólita y decidir si comer en El Diablo), la experiencia compensa. Combínalo con La Geria o la costa volcánica y tendrás un día redondo.
Información del parque: ubicación, clima y normas básicas
Timanfaya se extiende entre Yaiza y Tinajo, en el extremo oriental del archipiélago de Canarias, provincia de Las Palmas. El clima subdesértico (alrededor de 20 ºC de media anual, muy poca lluvia y alisios constantes) explica el paisaje: suelos jóvenes de lava y lapilli/rofé, laderas desnudas, hornitos y tubos volcánicos. Recuerda que es un entorno frágil: sin drones, sin fumar, sin salirse de rutas y, durante la Ruta de los Volcanes, no está permitido bajarse del bus. Antes de salir, comprueba entradas y horario del día.
Cómo visitar Timanfaya (fluido y sin perder tiempo)
Mi ruta favorita empieza en el Centro de Visitantes de Mancha Blanca (km 9,6 de la LZ-67): en media hora entiendes la geología y recoges mapa y normas. Luego sigues por la “carretera infinita” hasta el desvío de Montañas del Fuego (Islote de Hilario). Allí están las demostraciones geotérmicas (géiseres de vapor y paja que arde con el calor del subsuelo) y parte la Ruta de los Volcanes en guagua oficial: 40–45 min, audioguía ES/EN/DE y sin paradas. Truco: cristal limpio y asiento de ventanilla; verás mares de lava, jameos por colapso de tubos, lavas ‘aa’ y ‘pāhoehoe’ y el Valle de la Tranquilidad.
Si quieres profundizar, valora la Visita Insólita: grupo reducido con guía, acceso a zonas restringidas (como Montaña Rajada o el Refugio de Tinecheide) y un aperitivo final. A mí me mereció la pena: se ve más que con la visita estándar y en un ambiente muy cuidado.
Plan de visita en 6 pasos
- Centro de Visitantes de Mancha Blanca: mapa, normas y contexto geológico (20–30 min).
- Acceso por LZ-67 a Montañas del Fuego (Islote de Hilario).
- Entradas/tickets y Ruta de los Volcanes en guagua (40–45 min, sin bajadas, audioguía ES/EN/DE).
- Demostraciones geotérmicas y mirador/terraza de El Diablo (fotos e imágenes).
- Opción Visita Insólita o rutas OAPN (Tremesana/Litoral) si quieres caminar y aprender.
- Echadero de Camellos (20 min) o fotos en la carretera infinita (LZ-67), siempre en zonas habilitadas.

Entradas (tickets/boletos), horario y mejores horas
La entrada estándar incluye Montañas del Fuego + Ruta en bus. Recientemente, la mayoría de las reseñas citan alrededor de 22 € general y 17,50 € residente: tómalo como orientativo y confirma al planificar. Cuando hay compra online, ayuda, pero el cuello de botella real es el aparcamiento.
La operativa turística se concentra de mañana a tarde (habitualmente en torno a 9:00–17:00 y último acceso antes del cierre o hasta completar aforo). Lo que marca tu experiencia es a qué hora llegas: a media mañana se forman colas. Un día entrando sobre las 10:30 me comí 60–90 min de espera; otro, madrugando, casi nada. En picos de afluencia suelen avisar del tiempo de subida antes del desvío: si no te compensa, vuelve más tarde. Además, la tarde regala una luz magnífica para fotos/imágenes del Parque Nacional de Timanfaya.
Consejos anti-colas (aforo y tiempos)
- Madruga o apunta a la última franja: evita el pico de media mañana.
- Si el panel anuncia espera larga, reordena y vuelve más tarde.
- El parking del Islote de Hilario es limitado: cuando se llena, cierran el acceso.
- Lleva agua, gorra y protector: la espera es al sol.
Cómo llegar y acceso al parque de Timanfaya
La forma práctica es el coche por la LZ-67. No hay guagua pública directa al interior del parque; sí líneas a Yaiza y Tinajo y, desde allí, taxi hasta el acceso. Distancias útiles: Playa Blanca o Puerto del Carmen ~25–30 min; Arrecife 30–35 min; Costa Teguise 40–45 min. Las excursiones organizadas son una alternativa cómoda si no quieres preocuparte por aparcar.
Parking del Islote de Hilario (lo imprescindible)
Es el único aparcamiento dentro del parque y punto de partida de la Ruta de los Volcanes. Tiene capacidad limitada y, cuando se llena, el acceso se cierra temporalmente; no hay parkings alternativos en el interior.
El suelo es de grava y con pendiente: abre las puertas con cuidado y sigue las indicaciones del personal. Solo se puede permanecer durante el horario oficial; no hay pernocta ni acampada.

Qué ver sin correr
El eje es Montañas del Fuego y el Islote de Hilario, pero Timanfaya y su entorno dan para más: el Echadero de los Camellos ofrece un paseo en dromedario de unos 20 min (actividad total ~45 min, con museo, bar-tienda, aseos y servicio de foto), la Ruta de Tremesana (desde Yaiza) y la Ruta del Litoral (versión corta guiada y una larga regulada) permiten caminar donde corresponde, Caldera Blanca o Los Rodeos —ya en el entorno— completan el día. Si te cuadra, come en el Restaurante El Diablo: cocina al calor geotérmico, dentro hace calor, te aconsejo los muslos de pollo y el chorizo (pagas la experiencia).

Un vistazo a la historia (para entender lo que pisas)
Antes del paisaje negro, Lanzarote ya estaba habitada por los mahos (bereberes), que se adaptaron a la aridez con maretas, agricultura y ganadería. Llegaron los europeos (Lancelotto Malocello en el s. XIV) y la conquista normando-castellana (1402) reorganizó la isla con Yaiza ganando peso; siglos XVI–XVII, ataques piráticos y despoblación.
Todo cambió con las erupciones de 1730–1736: casi 174 km² sepultados, aldeas como Chimanfaya, Santa Catalina o Maretas desaparecieron y nació el paisaje de las Montañas del Fuego. En 1824 surgieron Tao, Nuevo del Fuego/Chinero y Tinguatón, completando el cuadro. Después llegó la reconstrucción (vid en La Geria, higueras en hoyos de lapilli), el fin del régimen señorial y, ya en el siglo XX, el auge del turismo geotérmico en el Islote de Hilario.
Con la intervención de César Manrique y Jesús Soto se diseñó la Ruta de los Volcanes y el Restaurante El Diablo. El 17/09/1974 se declaró el Parque Nacional (reclasificado en 1981); desde entonces, conservación y educación marcan la visita.
Geología para viajeros (lo esencial)
El núcleo de las Montañas del Fuego reúne conos estrombolianos como Pico Partido, Montaña del Señalo o Montaña Rajada (cráter anidado y bolas de acreción), y alineaciones como Calderas Quemadas.
Dominan las lavas basálticas: las ‘aa’ son rugosas y cortantes; las ‘pāhoehoe’ parecen cuerdas al solidificar. Encontrarás mares y lagos de lava (como el de María Hernández), tubos que colapsan formando jameos y hornitos muy visibles en el Echadero de los Camellos. La actividad térmica continúa: en el Islote de Hilario se registran temperaturas altísimas a pocos metros bajo la superficie.

Flora y fauna: vida discreta en un medio extremo
Tras las erupciones, los líquenes fueron pioneros, abriendo la puerta a briófitos y, después, plantas vasculares. Hoy se citan 116 especies de líquenes y 298 taxones de flora vascular (con 7 endémicos solo de Lanzarote). Cerca de coladas y bordes verás tabaiba dulce (Euphorbia balsamifera), verode (Kleinia neriifolia), aulaga majorera y tapices de Ramalina, en malpaíses del norte, Stereocaulon vesuvianum blanquea el terreno.
En fauna, se han registrado casi 200 especies: 23 aves nidificantes (de la pardela cenicienta en la costa al cernícalo o el guirre), invertebrados muy especializados —incluso troglobios en tubos—, lagarto atlántico (raro en lavas recientes) y el perenquén nocturno. La musaraña canaria es el único mamífero nativo, ratas y gatos asilvestrados se controlan por su impacto en nidos.

Comparativa compacta de opciones de visita
| Opción | Duración | ¿Bajas del bus? | Ideal para | ¿Reserva? |
|---|---|---|---|---|
| Ruta de los Volcanes (bus) | 40–45 min | No | Primera visita / familias | En taquilla/online |
| Visita Insólita | ≈2 h | Sí (selectivas) | Profundizar y aprender | Sí (cupos) |
| Tremesana / Litoral (OAPN) | 2–3 h | Sí | Naturaleza y senderismo | Sí (gratuita) |
Consejos de fotografía y mejores momentos
Si vas a por fotos del Parque Nacional de Timanfaya, la tarde ofrece luz lateral que realza texturas en coladas y hornitos. La LZ-67 regala encuadres limpios (siempre desde zonas habilitadas).
En la guagua, ventanilla y cristal limpio. Con viento, el picón (arena de ceniza) se mete en todas partes: protege las lentes y evita cambios de óptica al aire libre.
Qué llevar (básicos)
- Agua (≈1 L por persona)
- Gorra/sombrero y protector solar
- Calzado cerrado y cómodo
- Chaqueta o sudadera fina (viento/alisios)
- Móvil con batería / cámara + paño para el picón
- Tarjeta/efectivo para entradas y extras
- DNI/NIE si vas a usar descuento de residente
- Plan B por si el aparcamiento está completo
Qué visitar el mismo día desde Timanfaya
- Después del parque, baja hacia la costa sur para rematar la jornada. Primero, Los Hervideros (10–15 min en coche) te esperan con acantilados negros y bufaderos espectaculares.
- Si el mar está muy tranquilo y coincide la bajamar, acércate a las Piscinas Naturales de Los Charcones (≈25 min), entra solo con condiciones seguras y evita el baño si hay oleaje.
- Si te queda energía tras Timanfaya, sube a Famara (≈40–45 min) para la puesta de sol con el risco de Famara al fondo. Y, si te pica el gusanillo, reserva para el día siguiente una clase en la escuela de surf en Famara.
Preguntas rápidas (FAQ)
Sobre el autor

Maike Famara
Director de Surf Famara. Free surfer de los años 70, reconocido en las Canarias, habiendo surfeado los 5 continentes (toda la costa sudafricana, oeste de Australia, Indonesia, Perú, Chile, Puerto Rico, Panamá, Francia, Portugal, Senegal, Marruecos... Desde 1996 dedicándose a la enseñanza, formando nuevos surfers! Puedes encontrarlo en San Juan o La Santa, donde sigue conectado al mar como el primer día.








